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Carlos, un joven de 33 años y su novia, vecinos de Chubut, tras largo noviazgo, habían decidido contraer matrimonio el próximo mes de abril.
Según relatan cercanos, los amigos y compañeros de Carlos, prepararon una despedida de solter en un privado de Chubut y allí empezó el problema. Sexo, alcohol, strepteases, orgías, tríos, drogas, lo común en un evento de estas características, todo ello perfectamente grabado por los asistentes y enviado al grupo WhatsApp que compartían.
Al no ser amigos comunes, ninguno de ellos se percató que uno de los participantes, un tal Luis Morales, era en realidad la mujer de uno de ellos, que se había infiltrado.
Esta chica, sorprendida por la magnitud de lo que visualizaba a cada momento, se encargó de enviar a cada una de las mujeres de este grupo de machos viriles, imágenes y vídeos muy explícitos que no dejaban nada en el tintero.
Lo peor de todo, no ha sido suspender la boda, si no las demandas de divorcio que los 14 componentes, amigos y compañeros se han encontrado a su regreso, además de las 9 detenciones por denuncias por contar con drogas ilícitas como marihuana y cocaína al momento de llegar a casa relatan tras las denuncias de las parejas que ellos tenían.
Las identidades no fueron compartidas por la policía, además de dos posibles contagios de COVID-19, quienes aún no tienen la confirmación oficial y completa de los casos por parte del equipo médico que serán compartida las próximas horas, pero surgió la información debido a que dos de ellos procedían de Italia.
Las identidades no fueron compartidas por la policía, además de dos posibles contagios de COVID-19, quienes aún no tienen la confirmación oficial y completa de los casos por parte del equipo médico que serán compartida las próximas horas, pero surgió la información debido a que dos de ellos procedían de Italia.
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